Apenas han pasado unas horas, hemos
podido descansar y es un buen momento para reflexionar.
Durante el pasado fin de semana,
dábamos el pistoletazo de salida al IX Torneo Nacional de Balonmano “Lagunas de
Villafranca”. Un evento deportivo que, en mayor o menor medida, desde el CD
Balonmano Villafranca ponemos en marcha de forma anual con el fin de concentrar
a diversos clubes, escuelas deportivas de balonmano, equipos, y jugadores/as en
un ambiente de cordialidad, hermandad y amistad, y todo ello bajo el marco del
balonmano. No podría continuar sin mencionar y agradecer encarecidamente las ayudas recibidas para ponerlo en marcha. El Ayuntamiento de Villafranca por su infraestructura y apoyo. Los padres y madres que hacen todo más fácil y dan muestra del respeto que tienen por las actividades de sus hijos/as. Jugadores/as y técnicos/as participantes por su decisión de vivir esta experiencia con nosotros/as. Y a todos/as los/as componentes de nuestro club, por su disposición y colaboración incansable.
Durante estos días, siempre hay que
aprovechar: aprovechar para conocer gente nueva, y ver qué puedes aprender de
ellos/as; para ver a viejos amigos y conocidos, que siempre aparece alguno/a; para
hablar con los/as técnicos que ves un par de veces al año, pero que nunca hay
tiempo de profundizar, ya sabéis, bajas del bus, jugáis y otra vez para arriba;
para pasar ratos de risas con amigos/as y compañeros/as del club, recordando
viejos tiempos, anécdotas, momentos inolvidables; y aprovechar para trabajar codo
con codo con tus compañeros/as y ver como todo el mundo está manos a la obra
para que todo esté en orden.
Pero sobre todo, la reflexión va
algo más allá. Gira en torno a dos aspectos. El primero, es el aprendizaje, cómo se deben hacer las
cosas y cómo hay que ir evolucionando para poder hacerlas mejor. Este
aprendizaje debe ser continuo e inconformista. Siempre hay algo que mejorar.
Siempre hay algo que aprender. Y eso depende de ti. Únicamente de ti. De cómo
percibes las cosas, o mejor dicho, de cómo quieres percibirlas. Puedes
malgastar tiempo protestándole a un/a árbitro/a cuando pides un time-out mientras tu equipo pierde de 1,
o puedes aprovechar para animar a tus jugadores/as para conseguirlo.
El
segundo, es pensar sobre qué me ha llevado hasta aquí.
Todos/as por alguna razón estamos dentro del mismo barco, aunque cada uno/a
tenemos nuestra propia historia. Aunque pocas veces nos detenemos a pensar
sobre esto, es algo de una importancia abismal. Solemos reflexionar sobre
nuestro día a día, sobre lo que nos rodea y nos ocurre de forma instantánea,
pero en pocas ocasiones nos damos cuenta del origen y el grueso de lo que
hacemos. El deporte representa para todos/as nosotros/as un estilo de vida, y
es el que todos/as nosotros/as hemos elegido. Desde un punto, para muchos/as ya
muy lejano, tomamos una decisión que ha modificado toda nuestra trayectoria. Un
día decidimos “probar” con el balonmano, y todo cambió. Desde ese punto, nació
en ti un factor muy importante, TU ESTILO DE VIDA. Probablemente, habrá gente
muy cercana a ti que no lo comprenda, pueden ser tus amigos/as, o incluso tus
padres, pero es una realidad. Habrá quien te diga que pierdes el tiempo, que
ellos/as toman mejores decisiones, que prefieren quedar con otras personas para
hacer otras cosas mientras tú estás con tu equipo disputando un partido, y
tratarán de convencerte de que tú eres el/la que está equivocado/a. Tú elegiste,
y todo el mundo debe respetarlo. Sólo tú estás capacitado/a para tomar tus
propias decisiones, y quien no sea capaz de comprenderlo, no puede tratar de
convencerte. No tiene ningún derecho. ¿Quién está equivocado/a? ¿Acaso haces
algo malo disfrutando de lo que más te gusta? Es posible que tu amigo/a prefiera
tenerte con él/ella y que seas tú quien renuncie a lo que te gusta ¿crees que
es justo?
Por
último, sólo me queda hablar de mejoras. De pensar en mí mismo, en qué he
aportado. No hablo sólo del Torneo, sino de todo el año. ¿Doy lo mejor de mí?
Nadie sabe la respuesta, salvo yo. Puedo mentirme a mí mismo y decir que sí,
pero las mentiras tienen las patas muy cortas. Estaré poniéndome límites a mí
mismo, y cuidando muy poco de mí. Puedo tropezarme con mi autocomplacencia una
y otra vez. O puedo esforzarme por lo que me gusta, por ser mejor persona y por
cuidar de mi entorno para que mi entorno me devuelva lo que le doy. Puedo
respetar a mis compañeros/as que hacen lo propio conmigo y demostrarles que
pueden confiar en mí, y que voy a estar cuando me necesiten. Y crecer, no sólo
por fuera, sino por dentro.
Ha
sido todo un placer haberlo disfrutado, y espero que el 10º Aniversario de nuestro
torneo sea una fiesta deportiva que jamás olvidemos. Pero quiero vivirla con
todos/as vosotros/as.
Juanki
Lungarán