Que nadie se asuste ni se
incomode al leer este título. Durante la jornada de ayer, lunes 27/01/2013,
tras haber visto el programa deportivo más famoso de España (Deportes Cuatro)
ha crecido mi indignación. Después he corrido a averiguar cuáles eran las
portadas de los gigantes de la prensa deportiva escrita. Mi indignación ha
seguido en aumento, así que he hecho una pequeña reflexión en la página de
Facebook DeportivaMente, que a mi juicio y al de muchos otros, ha resultado muy
acertada.
Como he comenzado, que nadie
se incomode. Yo soy el primer forofo del fútbol, y me resulta atractivo como al
que más. Me apasiona, y como la mayoría, soy aficionado de un equipo en concreto.
Creo en los métodos, conozco principios tácticos, tengo mis opiniones como
todos, me encanta que este sea año de Mundial, y cada día de partido me gusta
disfrutar del momento de ver a mi equipo.
Pero claro, no soy amante de
un solo deporte. Existen otros por los que siento devoción, y me incomoda que
los medios deportivos intenten a toda costa monopolizar la esencia del deporte
en el fútbol. Y, ¿sabes de quién es la culpa? Efectivamente, del dinero. Y es
que los medios de comunicación gastan millones y millones para poder emitir las
imágenes que nos deja el fútbol cada día. Claro, esto crea más y más afición, y
ha llegando un punto en el que si quieres ser parte de esa afición tienes que
gastar mucho dinero para poder comprar una entrada, una camiseta o simplemente
verlo por TV en casa. A su favor, cuenta con unas cifras escandalosas de
audiencia, cada día son más personas las que practican este deporte. Pero, ¿y
los demás qué? Todo esto contribuye a que el resto de deportes estén quedando
fuera del alcance de la audiencia. Las cifras de federados en el resto de
deportes quedan mucho más por debajo de las del fútbol. ¿Esto convierte el
fútbol en el mejor deporte? No voy a entrar en la simpleza de qué es mejor o
peor, simplemente opino que el fútbol no es el mejor emisor de principios y
valores, ya que cuando los intereses que hay en juego son tan grandes, hay que
ganar a toda costa. Y por no hablar de la figura del árbitro, que pasa a ser el
villano de cada semana (por favor, leed el post de mis amigos de
Espacio Fútbol @FutbolPsicologi).
Todo esto está desembocando
en que, en otras modalidades deportivas estén desapareciendo clubes de gran
elenco en el pasado. Que jugadores profesionales tengan que desarrollar sus
carreras en otros lugares, y que incluso deportistas de élite tengan que pedir
literalmente ayudas económicas para poder participar en campeonatos mundiales.
Ayer, mientras todas las
portadas y sumarios de los medios ocupaban la chilena no-gol de CR7, el nuevo
rol de pasador de Messi, los ‘piques’ en los partidos de Diego Costa y el
repaso a todos los goles de las ligas europeas durante más del 90% del tiempo
de emisión, la selección española de balonmano acababa de proclamarse medalla
de bronce en el Campeonato de Europa de Dinamarca. Mi amigo Jorge Maqueda (@maqueda5), es
medalla de bronce y oro en el Mundial de Balonmano (2011 y 2013), y medalla de
bronce en el Europeo (2014), sin embargo ha tenido que marcharse a Francia para
jugar, porque aquí la liga Asobal está perdiendo todo por lo que tanto habían
peleado durante tanto tiempo. Para mí es tan grande como Iniesta, Casillas o
Xabi Alonso. Además, Rafa Nadal acababa de perder la final del Open de
Australia con el mayor de los señoríos que se pueden perder. Dejándose la piel por
acabar un partido que él mismo sabía que iba a perder por su lesión de espalda
y su llaga en la mano izquierda que tanto le ha hecho sufrir en el campeonato.
Y por último, se acababa de realizar el sorteo de la Copa de la ACB del que ni
siquiera mencionaron los resultados.
En definitiva, considero que
el fútbol no es lo que se demanda, creo que es la única oferta. Y que gracias a su
difusión lo único que se está consiguiendo es devaluar otras modalidades
deportivas, que la lesión del jugador ‘tal’ sea asunto de estado, que cada día
la famosa ‘rotonda de Valdebebas’ esté a rebosar (algún día ocurrirá algo), que
las aficiones de los equipos se enfrenten hasta límites psicóticos, y que el
precio del fútbol se siga disparando. A mí me encanta el fútbol, lo disfruto
como todos, pero vamos a darle a cada cosa el valor que merece.
Un
abrazo.
@JuankiLungaran