miércoles, 30 de abril de 2014

Valores del Deporte, ¿dónde empiezan?

Tras la noticia del ya famoso plátano lanzado a Dani Alves en el Madrigal, el Villarreal ha puesto en marcha una investigación para detectar al autor de la acción. Para la sorpresa de muchos. El, hasta hace poco, anónimo energúmeno, tiene 25 años, y es todo un entrenador de las categorías inferiores del Villarreal, concretamente del Cadete. Bueno, es no, más bien era, porque el Club ha decidido cesarlo del cargo, retirarle su carné de socio y prohibirle la entrada al estadio de por vida. Gran medida, por parte del Villarreal… ¿o no? Lo cierto es que toda esta situación pone de manifiesto que el club ha puesto poco interés en valorar la figura de este entrenador. Sé que muchos no estarán de acuerdo con esto, pero quizá no era merecedor del puesto que ocupaba en un club que sobresale por encima de miles en España. También podemos concluir de toda esta situación que muchas veces los papeles no están por encima de las personas, es decir, que mucha formación no hacen de una persona la mejor cualificada.

Últimamente se desarrollan cientos de campañas para potenciar y extender los valores que el deporte necesita de todos los que lo rodean. Existen campañas antirracismo, antiviolencia, de juego limpio, de respeto al rival y a los árbitros, etc. Sin embargo, no sabemos diferenciar en qué punto el problema está viniendo desde fuera, desde los espectadores, o realmente viene desde dentro… 

La preparación técnica, táctica o psicológica son elementos que ponderan la calidad del fútbol, sin embargo hay otras variantes que a muchos se les escapan de toda su formación: los valores. La humanidad debería ser una parte elemental del deporte, debería estar implícita en el significado de la palabra. La rivalidad y la competición no son sinónimos de enemistad. Un entrenador (en especial los de categorías inferiores y escuelas deportivas) debe ser transmisor de valores positivos, humanitarios y solidarios; pero lo más importante de todo esto es que el propio entrenador debe creer en el producto que está vendiendo. Todo esto se convierte en papel mojado cuando la figura principal, el modelo, queda al descubierto de sus verdaderos principios en los momentos de tensión, cuando pierde el autocontrol. Pero esto va más allá, en muchas ocasiones la transmisión que se hace hacia los pupilos está marcada no por lo que se dice, sino por aquello que se transmite, esa comunicación no verbal pone de manifiesto y transmite subliminalmente la realidad de los pensamientos.

Hay que considerar la importancia del personal de las escuelas deportivas, muy infravalorada a pesar de la evolución del deporte. La cualificación técnica es elemental, sin embargo hay que poner especial atención a la cualificación humana y personal del entrenador. En las escuelas deportivas no se forman deportistas, se forman personas que valoran la importancia del deporte en toda su amplitud, y hay que darle la importancia que merece. Entrenadores y padres, son los principales modelos y referentes a seguir de una forma u otra, y deben saber qué tienen que transmitir, y formarse para ello, para conseguir lo que ellos quieren de sus jóvenes deportistas.

No puedo acabar sin mencionar que Dani Alves no me parece el mejor transmisor de valores deportivos que pisa los campos de fútbol, sin embargo hay cosas que no se pueden tolerar, estoy totalmente de su parte en esto, del mismo modo que en otras ocasiones con Eto’o, Prince Boateng y otros tantos casos de racismo en el deporte. Me parece increíble que tanta gente ponga de manifiesto la involución social que aún queda por erradicar. A todos ellos, lo peor que les deseo es que sus hijos no sean como ellos…

Un fuerte abrazo.

@JuankiLungaran

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